Sacar la lengua espontáneamente, salirse la lengua: Protusión de la lengua




Karen Henderson
Especialista en logopedia
Dublín (Irlanda)

¿Por qué se sale la lengua?

Con frecuencia se aprecia que los niños con síndrome de Down sacan la lengua, “se les sale la lengua”, lo que técnicamente se llama protrusión de la lengua. Y se cita habitualmente este rasgo como una de las características del síndrome de Down. Se ha afirmado tradicionalmente que ello se debe a que la lengua se encuentra agrandada; pero en la actualidad se explica mejor por una combinación de factores físicos y del desarrollo, que son específicos para cada individuo.

Se ha de considerar el movimiento de la lengua en el contexto de todo el cuerpo, porque todas las partes del cuerpo están conectadas unas con otras, y los factores que afectan el desarrollo motor normal en un área pueden también influir sobre el desarrollo motor de la boca. Para desarrollar movimientos y habilidades, tenemos que mantener la estabilidad del tronco. Sin esa estabilidad, nuestro funcionamiento se verá afectado. Piensa en un niño pequeño: los movimientos de su cuerpo son incontrolados e irregulares, pero se van haciendo más organizados conforme aprenden a controlar las diversas partes del cuerpo. Una vez conseguida la estabilidad del tronco, las otras partes del cuerpo como son los brazos, las piernas, la cabeza, etc. pueden desarrollar un movimiento más refinado. Por ejemplo, antes de que el niño pueda llegar y agarrar un juguete, ha de desarrollar el control sobre su hombro y su tronco.
De la misma manera, la estabilidad de la boca (oral) depende de la estabilidad en el cuello y en el hombro, que a su vez dependen de la estabilidad en el tronco y la pelvis. Se necesita que la mandíbula sea estable para desarrollar el control de la lengua y de los movimientos de los labios, y conforme se desarrollan y amplían los movimientos de la lengua, los niños van a comenzar a sentir el sitio natural en donde la lengua reposa dentro de la boca (por ejemplo, en el centro o línea media).


Es importante recordar que no todos los niños con síndrome de Down mantienen la lengua fuera de la boca, pero también que eso forma parte del desarrollo inicial. Puede hacerse exagerado o persistir a causa de uno o más de los siguientes factores:

• Los niños con síndrome de Down suelen succionar débilmente cuando son bebés, y aprenden a controlar el flujo de los líquidos sacando la lengua.

• Los individuos con síndrome de Down tienen la parte ósea del paladar en forma de ojiva, lo que significa que la lengua queda contenida en un espacio más pequeño.

• El tono de los músculos de la lengua es inferior a la media. Esto hace que parezca que es más grande porque está más flácida. El movimiento de la lengua depende de las acciones de varios músculos de la boca y desempeña un papel en la deglución, la respiración, la masticación y el habla. Los individuos con síndrome de Down tienen dificultad para producir y coordinar los movimientos necesarios para controlar la lengua.

• Durante el desarrollo normal, la lengua crece a una velocidad diferente de la de las otras partes de la cara, como es la mandíbula o mentón que, en los primeros años, por lo general obliga a la lengua a mantener una posición alta y anterior dentro de la boca. Esto, en combinación con un espacio oral más pequeño y un tono bajo de la lengua, puede hacer que la lengua salga al exterior.

• Los músculos de la lengua corrigen constantemente y reajustan la posición de la lengua dentro de la boca, basada en la retroalimentación sensorial que reciben. Muchos niños con síndrome de Down tienen dificultad para recibir e integrar la información sensorial y puede que no desarrollen esta habilidad de una manera tan rápida y completa. En consecuencia, pueden no ser conscientes de que tienen la lengua fuera.

• La protrusión de la lengua puede deberse también a su incapacidad para mover la mandíbula y la lengua de una manera independiente. Esta es una habilidad que se desarrolla con el tiempo y depende de la estabilidad del mentón. Esta estabilidad depende en buena parte del tono de los músculos de la cara que mantienen subida la mandíbula contra la fuerza de la gravedad. Sin esta estabilidad, la mandíbula se baja y la lengua se sale.

• La protrusión de la lengua puede deberse a los problemas de las vías respiratorias en caso de que existan adenoides o amígdalas grandes, algo frecuente en los niños con síndrome de Down


• La capacidad para corregir la protrusión de su lengua exige un cierto grado de reflexión y de motivación para realizar este cambio. En función de la edad del niño y del nivel de su desarrollo, este control de sí mismo puede que no esté desarrollado plenamente o puede hacerlo mucho más tarde.

• Muchos niños con síndrome de Down muestran retraso en su desarrollo motor y por tanto puede que no posean esa base estable a partir de la cual se desarrollan las habilidades motoras de la boca.

• Las infecciones de las vías respiratorias superiores, que obstaculizan la nariz del niño, pueden obligar a respirar por la boca y no por la nariz. Al respirar por la nariz la mandíbula se baja y la lengua ya no queda retenida dentro de la boca. Estas infecciones se suelen presentar como consecuencia de las infecciones en el oído medio, tan frecuentes en los niños con síndrome de Down. Esto se debe a una disfunción de la trompa de Eustaquio, un tubo cuya entrada está ubicada en la parte posterior de la garganta y la conecta con el oído medio (su función es la de igualar la presión del aire en los dos lados del tímpano)
Si el tono de los músculos que rodean la entrada de la trompa es bajo, pueden penetrar en el oído medio líquidos (saliva, secreción, etc.) que fluyen en la garganta, y provocar una infección.

De acuerdo con mi experiencia en mi trabajo con niños con síndrome de Down, la protrusión de la lengua ocurre por lo general durante un período pasajero, que se suele presentar en las etapas de dentición o cuando hay infecciones de garganta. Los casos en que persiste, reflejan la existencia de un tono significativamente reducido en todo el cuerpo y, por consiguiente, de un retraso importante en el desarrollo motor oral. Estos niños también han mostrado un retraso en sus habilidades para comer y beber, lo que se refleja en su resistencia para pasar de los alimentos casi líquidos a otros más sólidos y en un retraso en sus habilidades para morder y masticar. Estas dos actividades necesitan de movimientos de la mandíbula más graduados y de la capacidad para mover la lengua en múltiples direcciones. Al animar y entrenar al niño a que muerda y mastique sin peligro, progresarán ambas habilidades al mismo ritmo del niño.

"Hay solamente dos maneras de mirar la vida. Una, como si nada es milagroso, la otra, como si todo fuese milagroso"
Albert Einstein   

(esta  informacion  fue  adquirida  en  la  web , arriba  especifica  el  autor(a)  de  la  misma)

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