El Desarrollo Socio emocional de los niños con Síndrome Down

Durante sus tres primeros años de vida, los niños con SD desarrollan sus habilidades sociales de un modo muy parecido pero más lento que los niños ND.

La emocionalidad del bebé Down se percibe mediante sus expresiones faciales, movimientos del cuerpo, vocalizaciones. Diversos estudios muestran que durante el primer año de vida del... bebé Down, la sonrisa, la risa y las reacciones ante situaciones agradables y desagradables tardan en aparecer y además son menos intensas.

Sin embargo, a medida que crecen se van tornando más sensibles a su entorno y a demostrar abiertamente sus sentimientos.

¿Cómo trabajar en casa con mi bebé?

Se recomiendan las siguientes actividades trabajar con bebés con SD de 0 hasta 3 meses :
• Si llora: Tómelo en brazos, dándole suaves masajes en la espalda. Mientras tanto, háblele de manera dulce y suave.
• Si está inquieto en la cuna: Póngale música suave y pase cerca de él objetos de texturas suaves.
• Si está despierto: aprovechar diversos momentos y acérquese a 30 cm de distancia y busque que su bebé haga contacto visual con usted. Para ello se recomiendan caricias, sonrisas, gestos, vocalizaciones, expresiones para conseguir que el niño no aparte la mirada.
• Diversas situaciones: Al bañarlo, cambiarle los pañales, alimentarlo o vestirlo, además de hablarle suavemente, procure que el bebé pueda ver el rostro de la persona que está con él.
• No exagerar: Procure no sobre estimular al bebé, de lo contrario no logrará más que saturarlo y ponerlo nervioso.

Una Antena Emocional

A pesar de los estudios realizados, es importante resaltar las características comunes de los niños con SD. Los chicos manifiestan mucho interés por realizar actividades artísticas. Sus habilidades sociales se incrementan más mediante estas manifestaciones.
El Psicólogo Especializado en Síndrome Down, Emilio Ruiz, nos explica: “las personas con síndrome de Down en general y los niños y niñas en particular poseen una especial capacidad para captar el “ambiente afectivo” que se respira, al menos entre los familiares y personas a las que les une un especial cariño. Algunos padres lo explican diciendo que tienen una especie de “antena emocional” que les faculta para recibir lo que otros están sintiendo, aún antes de que las otras personas sean conscientes. Parecen particularmente sensibles a la tristeza y la ira de los demás, aunque también captan con rapidez el cariño y la alegría de quien les recibe con naturalidad. Abundan las anécdotas de padres que relatan como sus hijos pequeños con síndrome de Down perciben en ellos su desánimo o su abatimiento (“¿te encuentras mal, mamá?”), cuando otros familiares no habían dado muestras de notar nada”.





Diana Buchelli Rodríguez
Asesora Pedagógica
Fuente:
Dr. Isidoro Candel Gil : Programa de Atención Temprana. Intervención en niños con síndrome de Down.


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